Semana Santa en Ágreda

La Semana Santa en Ágreda presenta un elemento de gran originalidad “único” en toda la comunidad de Castilla y León: el Viernes Santo, la expresión cultural y religiosa más importante de la Semana Santa.

El tercer domingo de Cuaresma se lleva celebra en Ágreda la Exaltación de Corneta, Tambor y Bombo, desde el año 1997, en la que participan bandas de Castilla y León, Aragón, La Rioja y Navarra.

Quince días después se celebra el Domingo de Ramos. Por la mañana parte una procesión con el paso de La Borriquilla desde la iglesia de San Juan. Por la tarde, desde 1614, se celebra el Vía Crucis de la Calzada.

El Martes Santo se lleva a cabo la Adoración de las Santas Espinas, ya que en Ágreda tenemos dos espinas que según la tradición pertenecieron a la corona del propio Cristo, que pudieron ser regaladas por el rey de Francia.

El Jueves Santo se realiza el Lavatorio de los Pies, en el que el párroco lava los pies a varios de los cofrades, en memoria de la lección de humildad que dio Cristo a los Apóstoles lavándoles los pies.

El Viernes Santo en Ágreda está declarado como Bien de Interés Regional desde el año 2000, ya que sin ninguna duda es el día que presenta más peculiaridades. Ese día se pueden ver elementos propios que definen un espíritu popular, cultural y religioso único, siendo el más importante la presencia de la Cofradía de la Vera Cruz. En este día, en las celebraciones, se sigue un riguroso protocolo conservado desde tiempo inmemorial.

Se inicia ya por la mañana, con la reunión de los cofrades, que acompañados de la Banda de Cornetas y Tambores van recogiendo por sus casas a los mayordomos, al vicepresidente, al presidente de la Cofradía y al predicador. Una vez reunidos todos y portando los Estandartes de los Doce Apóstoles (s. XVII), parten desde la iglesia de San Juan trasladando en procesión el paso del “Calvario de Santa Mónica” y “la Dolorosa”, para llegar a la basílica de Ntra. Sra. de los Milagros donde se celebra el Sermón de las Siete Palabras, custodiado por la uniformada escuadra de 14 soldados romanos, con su capitán, su cabo y su paje, cuya inmovilidad sólo es rota con el cambio de guardia.

Por la tarde se asiste a los oficios religiosos y a la procesión del Santo Entierro, que cuenta con 13 pasos escultóricos que representan casi toda la Pasión de Cristo: “La Oración del Huerto”, “Jesús atado a la Columna”, “La Flagelación”, “Ecce Homo” más conocido como “el Calderón”, “La Magdalena”, “La Verónica”, “Santo Cristo de la Cruz a Cuestas” o “Santo Cristo de Magaña”, “San Juan”, “La Soledad”, “Calvario de Santa Mónica”, “Cristo de la Cama”, “La Dolorosa”, y “La Cruz de los Bolillos”.

Dos de los momentos más emotivos son: el Encuentro entre el “Santo Cristo de Magaña” con “la Dolorosa” junto a la iglesia de San Juan, y el final de la procesión, cuando todos los pasos vuelven a su templo en absoluto silencio solamente roto por el redoble final de los tambores.

Sin ninguna duda el Viernes Santo es uno de los días más singulares y con más arraigo que la Villa de Ágreda tiene el orgullo de ofrecer.

La Cofradía de la Santa Vera Cruz se crea el 7 de abril de 1556, en la iglesia de Ntra. Sra. de Magaña de Ágreda, siendo actualmente la segunda hermandad penitencial más antigua de la provincia. Sus finalidades eran tres: disciplina, caridad y religiosidad. Entre sus cometidos destacamos que también facilitan el entierro a todas las personas que mueren en Ágreda, incluido Jesucristo todos los Viernes Santos.

Los cofrades visten un elegante y vistoso traje conocido como “felipecuarto”, atuendo inspirado en el vestuario de la nobleza de la época de Felipe IV. Los desfiles de la Cofradía de la Vera Cruz llenan las calles y el ambiente de un sentido sobrio, tradicional y religioso, capaz de trasladar a los que lo contemplan a otras épocas de la historia. Se conserva el uso de este traje en cuatro variantes, según las necesidades de cada acto: gala rigurosa, gala simple, media gala y traje normal.

Los alumbrantes son niños y niñas que acompañan en la procesión de Viernes Santo, y que llevan trajes de gala inspirados en los de los Hermanos cofrades. Las Hermanas, en Viernes Santo, visten traje negro con mantilla española, o capa morada en los trajes normales.

En cuanto a la gastronomía, en estos días, además del ayuno y la abstinencia, son tradicionales las torrijas y la limonada (vino con frutas y azúcar).