Soto de Ágreda



Itinerario:

El trayecto transcurre siguiendo el valle formado por el río Queiles. Junto a la Puerta Califal, la calle asfaltada desaparece, dando paso a un camino del que, más abajo, surgirán varios. No tendremos más que decidirnos cuál recorrer, al libre albedrío, aunque sugerimos dos opciones: la primera sigue un ramal lateral a la izquierda que se adentra en el valle y que recorre el soto, la segunda prosigue en la misma dirección que el cauce del río, pero por alturas marginales del valle.



Qué ver:

Si nos adentramos en el soto, el paisaje será muy similar al descrito para la vega de Débanos (por lo que no vamos a cansar al lector repitiendo lo mismo). Agradable paseo que discurre acompañado por la sombra de nogales cultivados. El río se encajona y adquiere un curso sinuoso, mostrando en la margen derecha, acúmulos de travertino con moldes de plantas que ya existieron, a la par que abrigos rocosos, refugio a antiguos pobladores de estas tierras.

Es reseñable la fragmentación de la vega en pequeñas unidades de explotación hortícola, quizás reminiscencia de la presencia árabe en este territorio.

Si nos decantamos por la otra opción, el camino transcurrirá despejado entre cultivos de cereal y monte bajo de aliagas, tomillos, espinos y zarzas, hasta descender al encuentro del río.



Cuándo:


Sobre todo en primavera, por el colorido de la vegetación florida: amarillas aliagas y narcisos, rosados tomillos, azules lirios y verde intenso de los sembrados.

En verano aprovecharemos la frescura ofrecida por el soto y el otoño para contemplar el viraje de tonalidad foliar de árboles y arbustos 

 


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